"Esperar. La mayor parte del tiempo hay que esperar. Esperar el momento del atraco. Esperar que se les vaya la fiebre de buscarte. Esperar para mover la plata. El tiempo es algo agotador. Una batalla perdida. Como en la cárcel, te preguntás cómo llenar el tiempo. Con el cuerpo no contás: no podés cojer, no podés llorar, te vigilan, te están encima. Te queda la cabeza nomás. Y pensás, boludeces, pero pensás. Si tuviera que explicar todo lo que pensé estando preso, tardaría tanto tiempo como el que estuve adentro. Te imaginás cosas. Imaginás lo que perdiste. Lo que quedó afuera cuando suspendiste tu vida. Un robo... paso a paso. Una y mil veces, como una película. La construcción de una casa, ladrillo por ladrillo. Una mujer, los detalles del encuentro; palabras, movimientos, colores. Vivís en la cabeza, te convertís en eso, una cabeza".
Plata Quemada