De transmilenio...
Hoy iba para donde Astrid en un transmilenio atestado de gente, como suele suceder. Lo curioso vino cuando se desocupó el puesto que estaba en frente del tipo que iba parado junto a mí y, sin dar tiempo de nada, se voltea la señora que iba a mi otro lado y me pregunta si me voy a sentar ¿? Pero el asunto no paró ahí, no señores. La señora que iba parada junto al tipo también me pregunta lo mismo y yo que pensaba que él se iba a sentar... Pero la mujer que iba al lado del sujeto aquél era un poco mayor que la otra, entonces pensé: ¿Debería dejar sentar a esta venerable mujer??? Sin embargo, el bombardeo de preguntas ansiosas por parte de las dos señoras no daba tregua. Así que pensé ¿debería darles una lección de civilidad a estas viejas? ¿pero a cuál dejo sentar?... Entonces, decidí "de malas!" y me senté. En eso, la primera de ellas me dice: "entonces diga que sí y ya". A lo que yo sonreí irónicamente y le dije SÍ!!!