Friday, November 07, 2003

Odio profundamente que la gente no sea capaz de decir las cosas de frente, como son. Y, peor aún, que manden razones. Son dos veces que gente muy especial para mí comete este gran error y no se dan cuenta todavía de lo difícil que me es perdonarles eso. Hay ciertas cosas que cambian sin remedio.