Wednesday, March 30, 2005
Y apenas oprimí el botón, empecé a esperar... Antes de eso, no había nada que esperar, porque no había provocado nada aún, aunque supiera que lo haría. Pero, después de oprimir el botón, ya todo estaba dado para la espera de que llegue algo que puede no llegar nunca, llegar antes de lo pensado o llegar tarde, en el momento menos pensado. Cuenta las horas, deja que todo pase, ESPERA!!!
Monday, March 28, 2005
La pregunta que me agobia en el día de hoy es: ¿quién carajos cata los dulces, y los comestibles en general, que fabrican grandes empresas (como Colombina, por ejemplo)? Digo yo, ¿cómo harán para saber, quién determinará que efectivamente tal o cual Bon Bon Bum sabe a fresa y el de más allá a mango??? ¿Ah? Y quien lo haga, ¿cómo hace para decidir que la fruna o la galletica Wafer están en su punto de sabor? Está claro que eso no lo van a hacer cada vez que fabrican una fruna, una galleta, o cualquiera de estas cosas, sino que debe haber una fórmula, la popular receta... Pero tuvo que haber alguien que en un principio aprobará dicha receta y dijera que así es como deben saber esos productos siempre. Y, entonces... ¿quién fue ese? ¿en qué se basó para emitir su juicio gastronómico? Yo me declaro ignorante en la materia.
Sunday, March 27, 2005
Por Favor, No Más Tiempo, Muchas Gracias
“Decir que mis días están contados no tiene sentido; así fue siempre; así es para todos. Pero la incertidumbre del lugar, de la hora y del modo, que nos impide distinguir con claridad ese fin hacia el cual avanzamos sin tregua, disminuye para mí a medida que la enfermedad mortal progresa. Cualquiera puede morir súbitamente, pero el enfermo sabe que dentro de diez años ya no vivirá.”
Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar.
Otra vez era de noche y no había ninguna salida. El amanecer del día siguiente sería la misma imagen de todos los lunes y los miércoles a las 6:20 a.m, pensando en lo mismo: en que es tarde, en que ya que, en que se pase rápido el tiempo, en que está haciendo frío, en que ojalá salga el sol pero para qué si allá adentro ni se siente, en que quién sabe qué estupideces habrá que hacer hoy, en que se acabe el día ya pero al fin y al cabo cuando pase ya no quedará tiempo ni ganas para nada más otro día perdido a favor de extraños y del tedio. 7:58 p.m. y la hora titilaba en el reloj sin parar, como si fuera una bomba que iba a explotar cuando el contador llegara a 00. 7:59 p.m. cada segundo es como un respiro menos que tomar, cada minuto como un centímetro más que se hunde el puñal. 8:00 p.m. BANG-BANG!!! Nada pasó… Es cierto aquello de que “nada nos deja más en soledad que la alegría si se va”. El abandono otra vez. Volver a añorar cosas, volver a esperar, a seguir esperando a ver qué rayos pasa. Súbitamente volvió esa imagen del sujeto aquel cuya novia acababa de tener una niñita, imagen encadenada a la de una tarde en un parque viendo jugar un montón de niños animados por sus fanáticas madres. Luego, esa extraña sensación de rechazo, acaso de repulsión, de lo horripilante que resultaría una realidad semejante. Por favor, no más tiempo, muchas gracias. Pero lo cierto es que las horas acercan cada vez más lo inevitable, indeseable o deseable.
“Decir que mis días están contados no tiene sentido; así fue siempre; así es para todos. Pero la incertidumbre del lugar, de la hora y del modo, que nos impide distinguir con claridad ese fin hacia el cual avanzamos sin tregua, disminuye para mí a medida que la enfermedad mortal progresa. Cualquiera puede morir súbitamente, pero el enfermo sabe que dentro de diez años ya no vivirá.”
Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar.
Otra vez era de noche y no había ninguna salida. El amanecer del día siguiente sería la misma imagen de todos los lunes y los miércoles a las 6:20 a.m, pensando en lo mismo: en que es tarde, en que ya que, en que se pase rápido el tiempo, en que está haciendo frío, en que ojalá salga el sol pero para qué si allá adentro ni se siente, en que quién sabe qué estupideces habrá que hacer hoy, en que se acabe el día ya pero al fin y al cabo cuando pase ya no quedará tiempo ni ganas para nada más otro día perdido a favor de extraños y del tedio. 7:58 p.m. y la hora titilaba en el reloj sin parar, como si fuera una bomba que iba a explotar cuando el contador llegara a 00. 7:59 p.m. cada segundo es como un respiro menos que tomar, cada minuto como un centímetro más que se hunde el puñal. 8:00 p.m. BANG-BANG!!! Nada pasó… Es cierto aquello de que “nada nos deja más en soledad que la alegría si se va”. El abandono otra vez. Volver a añorar cosas, volver a esperar, a seguir esperando a ver qué rayos pasa. Súbitamente volvió esa imagen del sujeto aquel cuya novia acababa de tener una niñita, imagen encadenada a la de una tarde en un parque viendo jugar un montón de niños animados por sus fanáticas madres. Luego, esa extraña sensación de rechazo, acaso de repulsión, de lo horripilante que resultaría una realidad semejante. Por favor, no más tiempo, muchas gracias. Pero lo cierto es que las horas acercan cada vez más lo inevitable, indeseable o deseable.
Thursday, March 17, 2005
Ya no tengo mucho tiempo, pero igual, estoy tratando de encontrarle la vuelta a las cosas. Mientras tanto, seguir reptando... esperando a que Helios cabalgue más rápido cada día, aunque cada una de esas cabalgatas siga siendo un lamentable desperdicio en mi vida. Esperando que el agua vuelva a regar en mi ciudad de inmortales, a que un evento extraordinario me saque de esta laxitud, de este letargo, del odio que me escurre cada mañana, que me saque los calambres del alma. Esperando que pasen 5 de los 7 años que prometimos esperar. Esperar, como dijera el nene: “la mayor parte del tiempo hay que esperar”.
Tuesday, March 01, 2005
"Irreverente y Displicente"
Así me calificó, a mis 15 años, alguna buena mujer que decía ser profesora de español y literatura... Años más tarde, otro personajillo de estos (dizque in-"docentes", ya en la universidad, me hizo la respectiva amonestación por mi comportamiento, en su opinión, displicente. Hoy, un hombre modelo de "trabajo y diligencia" (pfffjaja) y parte directiva de los in-"docentes" me recriminó por mi actitud de displicencia frente a él y su "amenísima" charla.
Ay... some things never change; parece que nunca superé mis problemas de displicencia, y por la cara de algunos, hasta creo que tampoco los de "irreverencia". Pero qué le vamos a hacer -aunque yo no lo creo- soy "irreverente y displicente", pero soy lo que soy.
Así me calificó, a mis 15 años, alguna buena mujer que decía ser profesora de español y literatura... Años más tarde, otro personajillo de estos (dizque in-"docentes", ya en la universidad, me hizo la respectiva amonestación por mi comportamiento, en su opinión, displicente. Hoy, un hombre modelo de "trabajo y diligencia" (pfffjaja) y parte directiva de los in-"docentes" me recriminó por mi actitud de displicencia frente a él y su "amenísima" charla.
Ay... some things never change; parece que nunca superé mis problemas de displicencia, y por la cara de algunos, hasta creo que tampoco los de "irreverencia". Pero qué le vamos a hacer -aunque yo no lo creo- soy "irreverente y displicente", pero soy lo que soy.
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