Hoy recordé cuánto detesto amanecer después de pasar derecho una noche bebiendo, o lo que sea (pero sobre todo eso). No sé por qué, pero se me va el sueño y duro despierta todo el tiempo, mientras que los demás copartícipes de parranda ya han caído en los brazos de Morfeo. Y lo que sigue después... eso de irse a dormir cuando ya está el sol afuera... Imposible! Si acaso será una imitación de descanso. Lo motivante es que al menos haya valido la pena.