Resumiendo de rapidez los hechos que han acaecido durante los primeros días de este nuevo año, debo decir que, en general, ha empezado bien la cosa y pinta como un año bastante productivo. Mientras que casi todo el mundo a mi alrededor sigue en vacaciones, en algunos casos prolongadas a voluntad (lo mejor que le puede pasar a uno en la vida), yo tengo que madrugar y producir. En fin. Nevó por mi casa… Nunca creí que viviría para ver algo así por aquí, pero sí. Y que no me vengan a decir que cayó granizo, porque literalmente nevó: baste decir que el parque estaba totalmente blanco. Lo malo fue que no pude disfrutarlo debido a las nuevas obligaciones contraídas en los últimos días. Por otra parte, los lugares que he empezado a frecuentar en la última semana, y que harán parte de mi cotidianidad por los próximos seis meses, ofrecen múltiples posibilidades de recrear la vista. Las cosas, hasta ahora, están bien y van mejorando cada día. Ahora tengo una vista privilegiada y es raro cómo la vida me devuelve a recuerdos de mi niñez y me conecta con cosas del pasado.