Acerca de los Momentos Perfectos
Ella siempre quería realizar "momentos perfectos" (...)
-¿Y los momentos perfectos? ¿Qué vienen a hacer aquí?
-Llegan después. Primero están los signos anunciadores. Después, la situación privilegiada, lenta, majestuosamente entra en la vida de las personas. Entonces se plantea la cuestión de saber si uno quiere convertirla en momento perfecto.
-Sí -digo-, he comprendido. En cada una de las situaciones privilegiadas hay que realizar ciertos actos, adoptar ciertas actitudes, decir ciertas palabras, y otras actitudes, otras palabras están estrictamente prohibidas. ¿Es así?
-Si tú quieres...
-En suma, la situación es la materia; ésta exige un tratamiento.
-Así es -dice Anny-; ante todo era preciso estar sumido en algo excepcional y sentir que uno imponía orden allí. Si se hubieran realizado todas esas condiciones, el momento habría sido perfecto.
-En suma, era una especie de obra de arte.
La Náusea. Jean-Paul Sartre.
Cuando leí esto, ya me pasaba lo de los momentos perfectos y ya entonces los había denominado así. Entonces, sentí que Sartre describía bien eso, aunque los míos se diferencian en ciertas cosas de los de Anny. Mis momentos perfectos, son la suma de un conjunto de cosas en perfecta armonía, algunas veces sí hay que agregar ciertos constructos como las actitudes o cosas por el estilo. Pero la mayoría de veces, las cosas confluyen de manera natural y espontánea; por eso son momentos perfectos, porque se dan con una suerte de magia intrínseca, además.
En cuanto a las situaciones privilegiadas, nunca he visto tales, a lo mejor sí están esos signos anunciadores, pero eso nunca se sabe; se sabe luego, cuando los momentos ya se han realizado. El tema es que nunca había pensado en esto último, pero bueno, el post ha servido para aclarar eso (validez del post).
Y bueno, esos son los mencionados momentos perfectos. Comentarios, dudas, sugerencias o reclamos al respecto, ya saben.