Monday, September 22, 2003
Menos mal ya se acabó el día. Lo único claro, después de todo, es que hoy jamás debí volver a salir de mi casa luego de haber llegado. Luego de los horribles sucesos de la tarde, cuando me disponía a volver a mi casa, me sentí molesta y triste a la vez. Lo único que quería era volver y estar tranquila; nada más. Y a lo mejor hubiera sido agradable, y hasta necesario, algo de compañía, si el sujeto que se ofrecio a "acompañarme" hubiese sido una persona especial en vez de un desconocido... En fin, como es habitual en mí, volteé la cara hacia otro lado despectivamente, mientras pensaba: claro, imbécil! Luego, recordé que era el día sin carro, lo cual se hizo evidente por lo demás: tuve un caótico y horrible trayecto hasta mi casa. Actualmente, tengo ganas de vomitar, en gran parte debido a los excesos de ayer... sí, domingo, ¿y?