Wednesday, May 19, 2004

Hasta que al fin…

Sí señores, por fin llegó la hora de evaluar a los “docentes”. Hora de dar a cada quien lo que merece.
Los premiados fueron:
-Alexandra: Porque sabe del tema, por su gran sentido del humor, sus llamados al orden y de atención a quienes lo merecen.
-Nuncira: Porque nos enseñó demasiado, aunque con algunos haya perdido el tiempo.
-Leandro: Por la exposición clara y concisa de los temas, por su paciencia y comprensión y frescura, aunque no parezca.
-Amaya: Por explicar demasiado bien y por su sentido del humor, que evidenciaba la torpeza de la gran mayoría.
-Moncayo: Por explicar bien, aunque me aburría un poco la clase, pero es buen profesor y buena persona. Con esto, además de premiar, se desvirtúan por completo las estúpidas apreciaciones que la gente mediocre hizo -al mejor estilo de niños de preescolar- sobre su desempeño, para justificar las pésimas notas, consecuencia de la falta de estudio y/o inteligencia, evidentes para muchos.

Los que no merecen la más mínima consideración:
-Londoño: Sus clases eran un bodrio, no se le entiende lo que dice, califica mal y es irresponsable con las revisiones de notas, seguramente porque sabe que no tiene argumentos para sostener el juicio asignado a cada evaluación.
-Merlano: Ni qué decir de su impuntualidad (cuando iba a clase), de su trabajo en el distrito, su carencia de conocimientos y la misma anécdota de Sócrates en repetidas oportunidades. Como algún día lo dijo: “agradezcan que vine a clase, porque estuve anoche en un evento como hasta las 3 de la mañana”… No diré más.

Pasaron sin pena ni gloria:
-Suárez: Con una clase no tan mala como la de Merlano, se fue acostumbrando a la impuntualidad. Buena persona, pero no tan bueno como profesor.
-Fortich: Temáticas interesantes y frescura para la clase, así como una forma de pensar bastante bien fundamentada. Sin embargo, su imposición de la participación en clase como un criterio de evaluación hizo que se expusieran en ella toda clase de sandeces y barbaridades, haciendo gala de “gran” enciclopedismo e ilustración, con el aire de quien hace un gran descubrimiento o plantea una teoría revolucionaria.

Por último, estamos en la Feria del Estudio… trabajos, parciales y exposiciones en forma efectiva!