Sunday, May 16, 2004

Memento

Cuando vi Memento , me traumatizó el hecho de pensar en la posibilidad de perder la memoria. Hablaba mucho de eso y de otro de mis traumas: no poder hacer uso de las manos (por una u otra razón). Claro que eso fue casi un año o año y medio después de la ocasión en que Roveda se refirió a la memoria y a los recuerdos, y dijo que si no tuviésemos memoria no podríamos hacer nada de lo que hacíamos todos los días. Que íbamos a la U, que volvíamos a nuestra casa, en fin… que hacíamos todo porque teníamos memoria y eso nos permitía recordar lo que teníamos que hacer.

Aura llamó hoy a la casa y dijo que tenía que hacer no sé qué cosa antes del lunes… Lo que me recordó que tengo que hablar con Clara Arango, y que eso debería haber sido antes de que terminara esta semana… La temporalidad, ubicarnos en un tiempo y un espacio, recordar lo que tenemos que hacer, eso hace que establezcamos escalas de tiempo y ordenemos nuestra vida de acuerdo a ello.

Como sea, el tiempo pasa tan rápido y tan imperceptiblemente… Van cambiando nuestros hábitos, las rutinas, los lugares y las personas que frecuentamos. Dejamos de ver a algunas personas por mucho tiempo, no volvemos a saber nada de ellas. Muchas veces ni siquiera es porque estemos molestos con ellas, (de hecho, muchas veces quisiéramos volver a verlas, sinceramente), sino simplemente porque “los caminos” se separaron y luego empezamos a posponer indefinidamente el día de visitarlos o sencillamente hacer una llamada.

Hoy pasamos por la casa de Toño. Siempre que pasamos pienso que sería bueno volver a saber de él y de Alex, (a quien, admito, detestaba cuando era pequeña, pero ahora me gustaría saber en qué anda). También, de la queridísima mamá de Alex (sin sarcasmo, lo digo en serio). Y sé que, en realidad, bastaría con una simple llamada, pero no va a suceder, porque hay otras cosas más importantes y urgentes en el instante… así que se pospone. Por cierto, ayer pensaba en el día de vacaciones de junio-julio del 95, que salimos con Clara, Diana, Andrea, Antonio, Diego, Julián y Alexa. Con Clara no hablo desde hace como un año y eso que vive como a 3 cuadras de mi casa, y que, además, le presté unas fotos para un trabajo, pero se me olvidó pedírselas el día que fuimos con Astrid y conocimos al hermanito. Con Diana y Andrea terminamos de pelea, aunque a veces veo a la mamá y a la tía de Andrea (que también vive como a 2 cuadras), pero a Andrea no la volví a ver. Tampoco a Antonio, salvo muy esporádicas veces… Tanta gente de la que nunca más volví a saber… como Nathaly, por cierto, una de las personas a quienes más me gustaría volver a ver.