Todo salió como se esperaba. Confieso que abrir los ojos esta mañana me costó más trabajo del que imaginé. Pues sí. Levantarme esta mañana fue todo un RETO. Incluso contemplé largamente la idea de quedarme durmiendo y pensé en volver a la cama, luego de haberme puesto en pie, pero vencí la tentación. Como recompensa a este esfuerzo, los habituales no se hicieron esperar para empezar a iluminarlo todo con su sabiduría: mientras yo, pobre mortal, tengo que hacer un gran sacrificio para levantarme, una de estas deslumbrantes luminarias debe hacer sacrilegios... Por supuesto, estamos de acuerdo en que levantarse a esa hora y, más aún, forzar a otros a hacerlo es todo un sacrilegio; pero yo, lamentablemente, no alcanzo todavía el punto de iluminación necesaria para reemplazar sacrificio por sacrilegio. Fuera de eso, todo muy en su sitio. Al fin, estrenando salones en el bloquesillo G.
En cuanto a los "docentes", sólo he tenido el placer de conocer al de empresa y el de medios. El primero, como buena gente, medio aburridor (pero a esa hora quién no), aunque la clase pinta. El segundo, interesante, interesante... posiblemente llegue a ser uno de los premiados. De los demás puedo decir, según mis averiguaciones, que la de planeación y el de com virtual tienen toda la pinta de ser unos psicorígidos escueleros de los que tanto odio: "llamo lista todas las clases, hago trabajos y talleres, si no llega en punto cierro y lo dejo por fuera, no hago concesiones de ningún tipo por nimias que sean, si habla hay tabla, si se ríe hay tabla, etc". Aunque yo no confío mucho en los conceptos recibidos, así que esperaré a ver por mi cuenta. Finalmente, los encuentros agradables de la jornada: Fraga, Vicky, Shrek, la pasajera y su galo acompañante.