Bien… qué lunes este. Nada. Hoy no hubo nada. Bien diferente al sábado ese de hace un año en que se bebió tan desaforadamente y que merecía una mención especial por razones varias en mi vida. Lunes de encuentros, + bien. Excelente encontrar a Martha, quien me dio una noticia que me cambió el genio, luego del “ligero-empute” de la mañana, además del super detalle que tuvo.
Luego, Antonio… qué raro verlo, pero mi concepto sigue siendo el mismo. Mucho frío, que me motivó a preparar unas oncecitas en las que me estoy volviendo experta; ya puedo invitar a la gente a tomar onces, jaja. Lo último, los chismes que me contó Mariann, de los cuales no me alegra ninguno, pero lamento, sobre todo, uno. Finalmente, volver a ver una película que me encanta.
"Si un yogur aguanta yo también". Maravillosa película, perteneciente a mi pedestal de favoritos.
Anexo. A partir del próximo domingo, lo que viene promete. Ahora que lo pienso, podría ser lo único que falta para que todo termine de volver a su lugar (no hay punto de comparación entre el día que Fraga me preguntó qué me pasaba y hoy). Señores, están por empezar las justas.